Wednesday, August 27, 2008


Internet, la televisión y la radio.

¿Cuál será el medio más importante para el futuro que permanecerá en alza frente a la noticia que ocurre a cada instante? Muchos se han preguntado este enigma. Lea aquí algunos puntos buenos, como diría un huaso.

No cabe duda que los informativos matinales son de mucha importancia para aquellos que muy temprano se preparan para partir al trabajo. Una gran cantidad de gente observa la televisión de informativos con imágenes, mientras se visten frente al televisor, para crearse una opinión de lo sucedido, antes de partir. Pero mientras se ducha o se viste en el baño, mayoritariamente es la radio quien informa de las novedades ocurridas recientemente. Ni pensar en internet realizando esas mismas actividades para informarse, o hay que ser demasiado entusiasta como para tener un televisor en el baño, el que durará poco debido a la humedad. Luego, en el momento del viaje hacia el trabajo, es la radio quien lo acompaña y se dan casos que dependiendo de cuál es la labor a desarrollar, también es la radio quien acompaña al trabajador ya que ni la televisión o internet, salvo en raros casos, serían factibles.
Pareciera que se está cobijando una nueva oportunidad para la radio, una de oro esta vez, ya que la mayoría de los chilenos la escuchan a diferentes horas y en los lugares más extraños. Los informativos matinales de noticias, deportes, opiniones de expertos, finanzas, economía y entrevistas, acaparan un gran auditorio, aunque las emisoras televisivas intentan ganar adeptos entre los que se preparan para ir a trabajar, sólo captan a aquellos que se quedan en cama por largo rato; pero al madrugador, al obrero que a las 06:00 ya camina a su labor, va escuchando su walkman, MP4 o una simple radio pequeña, como también lo hace el que va conduciendo su automóvil. Los ciudadanos comunes oyen la radio, lo que señala un camino que la radio está reinando en la noticia y música.
El carácter directo de la radio y sus periodistas, reporteros o noteros están a toda hora, en cualquier evento que ocurra, haciendo pensar que su reinado puede considerarse por ser el medio de comunicación más importante en el futuro de las comunicaciones. En cambio para la televisión e internet, hay que dedicarles un tiempo exclusivo para su atención, casi sin poder realizar cualquier otra actividad.
Nadie desconoce que internet es una herramienta de importancia en el ambiente nacional y mundial; es una extensión de generar información y oportunidad de libertad, donde cualquier ciudadano puede tener acceso a la red, leer, navegar y expresar su pensamiento abiertamente; también entrega noticias e información, pero hay que estar allí, frente al monitor o a algunos de los nuevos inventos como el iPhone 3G, que han llegado recientemente al país. Con la radio se informa cuando se está caminando, en el auto, en el estadio, en la cocina y el baño.

Thursday, August 21, 2008


Un vuelo con tanta historia, que al final creó la Dirección General de Aviación Civil (DGAC)

Pocos recuerdan el verdadero chispazo de la aviación militar chilena iniciada en 1910, sólo a siete años después del primer vuelo del hombre en una máquina más pesada que el aire.


Ayer jueves 21 de agosto se cumplieron 98 años de una de las hazañas más grandes e importantes de la aviación chilena. Se trata del primer vuelo de un avión en territorio nacional, lo que pocos recuerdan como un hito valioso en los cielos del país.
Aquella mañana, casi sin desear acuñar una marca para la historia de la aviación chilena, las manos del piloto César Coppeta estuvieron sobre los primitivos mandos del avión Voisin, de fabricación francesa y lo elevaron por los aires; se paseó por los cielos de la ciudad de Santiago de Chile, por un largo rato, ante la vista de cientos de mudos testigos.
El espíritu aventurero y la audacia chilena, a comienzos del siglo pasado, condujeron de la mano el interés por el desarrollo aeronáutico en el país. Aquel primer vuelo efectuado por el piloto francés Coppeta y su Voisin, incentivaron al gobierno, autoridades y también al piloto italiano Bartolomé Cattaneo -quien se elevó en diciembre de ese mismo año en Santiago por muchas veces- a llevar adelante proyectos que viniera a respaldar la necesidad de contar con aparatos, espacios y pilotos para formar un grupo aéreo.
El gobierno chileno, debido en gran parte al éxito de aquellos valerosos pilotos y sus vuelos, decidió en 1911 enviar a oficiales y suboficiales del Ejército a adiestrarse y recibir la instrucción adecuada en Francia, para estar a la altura de otros naciones sudamericanas y crear personal aéreo chileno, que más tarde llegaría a ser una fuerza especializada del aire. Y el 11 de febrero de 1913 se crea la Escuela Aeronáutica Militar, un conjunto de profesionales dispuestos a asumir el reto de volar el extenso territorio nacional. Se designó como su primer director al capitán Manuel Avalos Prado, que destacaría más tarde en la aviación nacional.
Eso fue la partida para configurar todo un plan en la justa respuesta a crear pistas, rutas y radio-ayudas para sobrevolar el país, cada vez con mayor seguridad; también se dieron los primeros pasos en la comunicación, reglamentación y las normativas para volar. Más adelante, de ese conglomerado especial de hombres, surge una figura con una clara visión futura, el Comodoro Arturo Merino Benítez, quién llegado el momento logra conformar en Santiago, en 1928, el Club Aéreo de Chile. Posteriormente funda la Línea Aeropostal Santiago-Arica, que a la larga se transformaría en la Línea Aérea Nacional. La evolución constante de la aviación, viene a culminar en 1930 con la instauración de la Fuerza Aérea de Chile y años después -1997- lo que es hoy la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
Todo partió el 21 de agosto de 1910.

Wednesday, August 13, 2008


La figura tipo reloj de arena.

En el mundo entero se hacen estudios a fondo relativos a la masa corporal; como cuidarla, reducirla o mantenerla en los niveles normales. Al final, hay favorecidos y perjudicados, como sucede en todo tipo de estudio.


Las innumerables dietas que todo el mundo intenta conseguir aproximando la primavera para estar en forma cuando llegue el verano, comienzan a estar dispuestas en esta época de invierno. Para llegar a una figura femenina "tipo reloj de arena" como lo han sido Catherine Zeta Jones o Sofía Loren en su juventud o de la mismísima Marilyn Monroe, es necesario un esfuerzo supremo para lograrlo, aunque a veces, con un poco de esfuerzo no es tan imposible. Claro que, además, hay que contar con algunos genes especiales en qué apoyar ese deseo, lo que ya entra en la naturaleza de cada individuo.
Pero no todo ha de ser malo. Investigaciones efectuadas por institutos especializados en salud en Copenhague, han descubierto que aquellas mujeres de caderas amplias se encuentran más predispuestas a que rara vez tengan enfermedades al corazón y que podrían salvarse de sufrir ese mal. De la misma forma, los resultados de la experiencia señalan que son necesarios unos 100 centímetros de circunferencia para poder optar a ese natural beneficio. E indican que el antiinflamatorio natural que produce el cuerpo, la adiponectina, se encuentra depositada en parte del contenido en la grasa de las caderas y previene que las arterias se bloqueen, por lo tanto, las mujeres con curvas que parten de esos 100 centímetros, tienden a vivir más tiempo y a estar alejadas de cardiólogo, pero lamentablemente, no permite participar como modelos en los desfiles normales de moda.
En las experiencias y estudios sobre el tema, los investigadores daneses lograron un abanico de 3.000 personas, tanto hombres como mujeres entre los 35 y 60 años -en la época que se realizó el estudio- dispuestos a todo. Antes, con estudios precoces, se encontró que tanto los hombres como las mujeres con caderas estrechas, tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades de la vesícula y alta presión sanguínea. Posteriormente a los colaboradores se les pesó y midió la estatura, datos que se encuentran absolutamente relacionados para obtener una figura acorde. A cada uno se le calculó el índice de masa corporal, el que se obtiene dividiendo el peso del individuo en kilos por el cuadrado de la altura en metros.
Al comparar ambos tipos de cuerpos en las mujeres, se encontró que aquellas con las caderas más grandes presentaron 87% menos de muertes.
Sin embargo, el estudio -que fue publicado en Obesity Research (Investigación de la Gordura)-, encontró que tener las caderas amplias no se relaciona con una mejor salud coronaria en los hombres, por lo tanto, la figura de manzana en los varones es un claro signo que hay que cuidar con tino y obediencia.

Friday, August 08, 2008

YouTube - AL JOLSON: "THE SINGING KID" (1936) 'I LOVE TO SINGA 1 of 2

YouTube - AL JOLSON: "THE SINGING KID" (1936) 'I LOVE TO SINGA 1 of 2

Thursday, August 07, 2008


Del 1er Concurso de Microcuentos “Se Reservan Tintas” de Semanario Tiempo, La Serena, IV Región.

Mis tres cuentos que participaron entre muchos, se muestran aquí. Cada uno con seudónimo distinto, obtuvieron Mención Honrosa, el día 1 de agosto de 2008.


Al final de la fila
Por Akivius

Dejé una lágrima y el lápiz sobre la carta a medio escribir. Recordé que mi padre guardaba en una caja de madera sus cosas de niño. Eso me marcó. Siempre quise tener una, sobre todo cuando él ya no viviera con nosotras, pero jamás creí tenerla antes que él se fuera. Mas la vida está hecha de cosas impensadas y pocas veces están allí, a la vuelta de la esquina. Conspiré un momento y seguí escribiendo.
Ese día cuando abrí los ojos, Esteban parecía observar la playa desde la ventana. Escuché graznidos de las gaviotas y noté que la llovizna matutina todo lo entristecía. Se acercó a la cama y se sentó. Lo abracé, su olor difería al de la noche de amor que habíamos tenido.
-Mira, Beatriz –balbuceó y se desprendió de mis brazos- debo anunciarte algo.
-¿Qué sucede? -respondí, extrañada.
-Me he enamorado de otra mujer –clavó certero.
Su voz fue vacilante, su rostro convocó toda la palidez que pudo y ya no existía la sonrisa permanente, sólo el mechón de pelo que caía sobre su frente. Nuestras miradas se encontraron. Noté un quiebre de fino cristal. Escuché esa sentencia y el dolor me ahogo. Lo que siente el ahorcado en los primeros segundos, lo sentí. Mis ojos no sabían si llorar o detonar, mi corazón pareció detenerse; me desvanecí cuando me pareció que se alejaba hacia la puerta de la cabaña.
Tres meses pasé en la casa de campo de mi padre, recuperándome del shock, aconsejada por los médicos. No se lo doy a ninguna mujer, pero no me hundí en la oscuridad, tampoco supe más de Esteban.
Al tiempo, cuando se diluyó la amargura y lo negro del túnel retrocedió, pude salir a caminar por los alrededores de la casa. A veces descansaba sobre la cama de mis padres, mientras reflexionaba atenuando la desilusión. Podía contemplar sobre el ropero la hermosa caja de cedro que allí permanecía por años. Cada vez la hacía más mía, hasta pensé en las cosas que podría guardar allí, tal vez, útiles o no.
El día que partí sana, mi padre me llevó al terminal de buses para volver al trabajo. En la mochila gris sobre mis rodillas, estaba la caja de cedro que él me cedió sin pedirla. Puede que su noble sapiencia y su observación, lo hayan empujado a eso.
Al otro día desperté con acritud en la boca. Una ducha fría me tranquilizó. Vestí un traje blanco con escote que ajustó muy bien a mis veinticinco años. Calcé los zapatos rojos con el bolso de cuero carmesí, regalos de Esteban. En su interior introduje la caja de cedro. Hacía calor. Caminé lento después de bajar del taxi y entré al Banco Empresarial. Llevaba un cheque en la mano al llegar a la fila. Cuando me tocó, descorrí el cierre del bolso carmesí, saqué la caja de cedro y de su interior el arma con que apunté directo a Esteban, quién sólo tuvo la oportunidad de ver mis ojos claros por última vez.




La puerta metálica
Por Enolio

Adalberto me cuenta que lo que más le a llama su atención cuando ve a una mujer llamativa, son los relieves traseros, sobre todo si camina cadenciosamente.
Dice que el jueves, cuando muy de madrugada, casi incoherente por el carrete, vio a una de aquellas mujeres que lo transportó más allá del entendimiento, y la siguió. Era alta y delgada como él. Caminaba erguida, con largos pasos y vestía chaqueta de cuero negra y falda roja corta. Repentinamente ella se da vuelta y le mira fijo. Adalberto baja la mirada. Cuando levanta la vista, la mujer está muy cerca de él y le miran unos ojos como agua clara. Pestañean un par de veces y entrega una sonrisa. Son sólo diez centímetros los separan. ¿Dónde vas?, pregunta ella. Él se queda casi mudo. De vuelta a casa, alcanza a insinuar. ¿Quieres bailar?, insiste. Adalberto asienta con la cabeza y se marchan muy juntos. Una cuadra más allá entran a un local oscuro donde hay música suave y lenta. La muchacha lo guía, lo abraza y bailan al son. El aroma de su cuello tiene a Adalberto en una tiniebla que él no entiende. No quiere marearse con tantos giros; desea estar un poco sobrio. En un descanso de la bulla la muchacha pregunta si quiere ir hacia la parte de atrás. Aún de pie y juntos, él dice sí, y caminan hacia el interior. Es algo que nunca le ha sucedido antes y eso lo lleva encendido -me confiesa. Pasan un patio oscuro y llegan a un “trailer” que tiene una puerta de metal que ella abre. En el interior, una mesa, un sillón rojo y dos sillas apenas visibles por la poca luz. Ella toma una botella y dos vasos; los sirve. ¡Ven, siéntate a mi lado!, susurra. Toma un trago. ¿Cuál es tu nombre? Él responde Adalberto, y la mujer suelta una carcajada. No te ofendas, es que tu nombre me recuerda a mi abuelo. Él está serio con el vaso en la mano y asiente. Con la poca luz distingue las largas piernas que la falda deja al aire. Toca aquí, y ella toma su mano y la ubica sobre sus pechos. Adalberto siente una corriente eléctrica en su espalda al apreciar la turgencia de ambos senos; la introduce entre la piel y la fina tela del sostén. Busca el pezón. Es débil y pequeño; lo imagina rosado oscuro y un tanto rugoso. Su propia sangre se abre camino llenando los cuerpos cavernosos que comienzan con el erguimiento machista. Tú nombre, pide Adalberto. Ella responded Clara. Clara repite y toma la mano de la mujer y la ubica sobre su entrepierna viviente. Ella lo aprieta con suavidad. Oye, Adalberto, aporta ya excitada, tócame tú lo mío. Y él concierta su palma sobre el sexo de Clara. Se da cuenta que es más grande y grueso. En dos segundos lo comprime con fuerza hasta que sale el grito. Luego sale dando un portazo metálico; las estrellas ya no estaban.




¿Dónde irá a esta hora?
Por Marco Verne

Aquella mañana muy temprano que amenazaba ser soleada, sube conmigo al carro del Metro. Va repleto como cada día, pero ella con su vestimenta de colores vivos, merodea a su antojo, mientras yo la contemplo afirmado en un rincón. Nos acompaña el traqueteo del tren, el abrir y cerrar puertas, el salir y entrar gentes, hasta que llega el final del viaje. Bajo en la estación y la quedo mirando. Logra arrancarme una sonrisa; pienso que me seguiría, pero no, allí se queda al cierre de puertas. Y me pregunto, ¿dónde irá a esta hora una mariposa de tantos colores?