Wednesday, August 13, 2008


La figura tipo reloj de arena.

En el mundo entero se hacen estudios a fondo relativos a la masa corporal; como cuidarla, reducirla o mantenerla en los niveles normales. Al final, hay favorecidos y perjudicados, como sucede en todo tipo de estudio.


Las innumerables dietas que todo el mundo intenta conseguir aproximando la primavera para estar en forma cuando llegue el verano, comienzan a estar dispuestas en esta época de invierno. Para llegar a una figura femenina "tipo reloj de arena" como lo han sido Catherine Zeta Jones o Sofía Loren en su juventud o de la mismísima Marilyn Monroe, es necesario un esfuerzo supremo para lograrlo, aunque a veces, con un poco de esfuerzo no es tan imposible. Claro que, además, hay que contar con algunos genes especiales en qué apoyar ese deseo, lo que ya entra en la naturaleza de cada individuo.
Pero no todo ha de ser malo. Investigaciones efectuadas por institutos especializados en salud en Copenhague, han descubierto que aquellas mujeres de caderas amplias se encuentran más predispuestas a que rara vez tengan enfermedades al corazón y que podrían salvarse de sufrir ese mal. De la misma forma, los resultados de la experiencia señalan que son necesarios unos 100 centímetros de circunferencia para poder optar a ese natural beneficio. E indican que el antiinflamatorio natural que produce el cuerpo, la adiponectina, se encuentra depositada en parte del contenido en la grasa de las caderas y previene que las arterias se bloqueen, por lo tanto, las mujeres con curvas que parten de esos 100 centímetros, tienden a vivir más tiempo y a estar alejadas de cardiólogo, pero lamentablemente, no permite participar como modelos en los desfiles normales de moda.
En las experiencias y estudios sobre el tema, los investigadores daneses lograron un abanico de 3.000 personas, tanto hombres como mujeres entre los 35 y 60 años -en la época que se realizó el estudio- dispuestos a todo. Antes, con estudios precoces, se encontró que tanto los hombres como las mujeres con caderas estrechas, tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades de la vesícula y alta presión sanguínea. Posteriormente a los colaboradores se les pesó y midió la estatura, datos que se encuentran absolutamente relacionados para obtener una figura acorde. A cada uno se le calculó el índice de masa corporal, el que se obtiene dividiendo el peso del individuo en kilos por el cuadrado de la altura en metros.
Al comparar ambos tipos de cuerpos en las mujeres, se encontró que aquellas con las caderas más grandes presentaron 87% menos de muertes.
Sin embargo, el estudio -que fue publicado en Obesity Research (Investigación de la Gordura)-, encontró que tener las caderas amplias no se relaciona con una mejor salud coronaria en los hombres, por lo tanto, la figura de manzana en los varones es un claro signo que hay que cuidar con tino y obediencia.