Wednesday, October 07, 2009


El Cóndor observa desde las alturas.

Las grietas que se notan desde lejos en la frontera norte, no son buenas para nadie. A la lata espera por la resolución de La Haya, se tejen historias, pero con toda seguridad el cóndor observa desde las alturas.

Hay personas que se preguntan si existen vientos que dejen ver a quién tenemos cerca, intentando que no se vean sus problemas internos con el pueblo, la sociedad y los esconden sacando el mismo chupete de siempre.

El cóndor escudriña e intenta observar permanentemente a la distancia. Es aquel animal volador, el mayor del mundo, que por una razón muy clara está inserto en el escudo nacional chileno, como un vigía permanente y vivo. Pero si algo se mueve fuera de su sitio, se lanza.

Sus alas no se abren desde 1884, porque hasta ahora es un defensor invencible, que tiene ojos alerta y visorios desde las alturas de Los Andes chilenos, listo para actuar. Está permanentemente capacitado para extenderlas, verificar su presa y lanzarse, que es la preocupación que existe hoy.

Su pico como un corvo renovado, sus garras afiladas y cada pluma de su plumaje son nuevos. Puede volar grandes distancias por mucho tiempo desde los 7.000 metros y dejarse caer en picada tal como un F-16, hacer su labor o tomar su presa y volver intacto a su nido. Hay ejemplares que viven hasta los 85 años, más que un hombre normal, lo que lo hace un ave de experiencia.

Es el animal volador de mayor envergadura por excelencia -3,6 metros- y el más grande que existe en el mundo. Su peso va entre 7 y 10 kilos, su velocidad es de 55 kilómetros por hora y tiene un collar de plumas blancas en el cuello. Ese es el que está en el escudo chileno.

Eso significa que su organismo es fuerte, prácticamente invicto y al día en las contingencias modernas; se encuentra instruido y alimentado para extender sus alas y abrirlas para dejarse caer en el lugar preciso, como si fuera un aparato computacionalmente preparado.

Si el enemigo en potencia hiciera alardes de grandeza, el cóndor lo notaría, porque ha observado que a pesar de la admirable marcha de la economía del vecino en el último tiempo, persiste la desigualdad entre las clases sociales con niveles notables de pobreza, y ese es uno de sus problemas internos –como dicen los analistas- que le pesan y que no mejora como debiera, contrariamente al espectacular crecimiento económico demostrado.

Foto: cooperlib.com.ar

Por eso, algunos tratan de desviar la atención argumentando que Chile “se está quedando sin recursos energéticos, agua, electricidad, no tienen gas y que “el guerrero país” mira hacia las alturas del Lago Titicaca para aprovecharlas en la desértica zona norte del país”.

Qué manera de pensar. Esta no es época de conflictos y contrariedades. Pero parece ser que cada vez que resurgen los problemas internos, algunos países emplean la táctica de desviar la mirada del pueblo hacia otro lado de tal manera que no se fijen en la política interna y la dirijan hacia algo más “importante”, como por ejemplo, el eterno y tradicional Chile.

Pero, no hay que olvidarse del cóndor chileno; siempre está presto a observar desde las alturas.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home