Thursday, September 17, 2009


Volvamos a la bolsa del pan.

Las abuelas y tías antiguas disfrutaban confeccionando la bolsa para el pan de los restos de géneros con la adecuada forma. Después, las de plástico las reemplazaron, pero hoy es el momento de que mueran.

Aunque parezca una exageración, las bolsas de plástico invaden todo el territorio nacional. En el lugar por donde se camine habrá una. En el suelo, en un árbol, una alambrada, arriba de un cerro, en una calle, en patios, etc. Es hora que su muerte se decrete por el consumidor; todos tienen las ganas, aunque permanecerán por años, ya que no son degradables hasta que no se establezca oficialmente.

Mientras aquello ocurre, no queda más que volver a la bolsa de género para el pan y cooperar en algo evitar aumente el “calentamiento global”. Se dice que este 2009 se usarán unas 3.000 doscientos millones de bolsas plásticas en Chile, lo que equivaldría algo cercano a las dos centenas por individuo. Cooperarán a esta desgracia, los supermercados de todo nivel, grande tiendas, negocios desde librerías a repuestos de automóviles y tiendas en general. No se debe olvidar que la bolsa plástica se fabrica con materias primas derivadas del petróleo, que es tan barato como abundante. No obstante, dado que las existencias mundiales de petróleo tienen un límite, se están investigando otras fuentes de materias primas, como la gasificación del carbón. De la forma que se use el sistema para fabricar bolsas plásticas, se seguirá contaminando.

Cada vez que el petróleo se refina para convertirlo en sus derivados, se debe quemar y al hacerlo se sueltan al aire gases contaminantes que promueven el Efecto Invernadero. Al reducir el consumo de bolsas plásticas estaremos reduciendo la presencia de aquellos gases contaminantes.
Las bolsas plásticas actuales no son degradables y su uso por parte de la familiar es habitual, muchos sin conocer lo el futuro de ellas. Cada vez
que se compra algo, se entrega el producto dentro de una bolsa, pese a saberse que es un aparato contaminante para el medio ambiente y que costará unos 300 años su desaparición, enterrada en un hoyo, hoy.

Nadie duda que han servido por años en múltiples usos, pero a un costo elevadísimo, que podría anexarse directamente al calentamiento global que sufre el planeta.

Chile, tempranamente asumió su responsabilidad ante el compromiso internacional del calentamiento global y suscribió en la Convención Marco en 1992, luego ratificado en 1994. No se dudó en 1997 con el Protocolo de Kyoto y lo ratificó en 2002 como país suscriptor de estos tratados.

Entonces, para cooperar con un grano de arena para un futuro mejor, hay que dejar a un lado las bolsas plásticas y regresar a la bolsa de género para el pan, las verduras, la fruta y variedad de productos de supermercado.

Hay algunos que están cambiando su estilo: venden una bolsa verde de un tamaño adecuado que durará mucho tiempo y que podría reemplazar a cientos de aquellos elementos de plástico. Entonces, a esperar que en estas Fiestas Patrias no se encuentren docenas de aquellas volando por el aire.

(Foto de www.paula.cl)




http://volvamosalpasado.blogspot.com/2009/06/bolsas-ecologicas.html