A 40 años de la Guerra del Fútbol


N0 hace mucho, el 14 de julio –coincidente con el festejo anual de Francia- se celebraron cuarenta años de la guerra que desató el fútbol del Mundial de 1970, en México, entre Honduras y San Salvador.

El fútbol como excusa puede ser una máscara, cuando las cosas no van bien en una relación entre seres humanos o entre grupos humanos y además, vecinos. Esto también puede darse con validéz en lo referente a la diplomacia entre dos países. Así sucedió el 14 de julio de 1969, cuando El Salvador decide invadir a Honduras, por motivos que consideró justificados.
La simple mecha –el fútbol- instigó la chispa que encendió un conflicto que dio como resultado más de cuatro mil muertos y varios días guerra entre Honduras y El Salvador.
Pero no fue el deporte de masas en forma directa lo que los llevó a la guerra, sino lo que había detrás, lo oculto, las mugrecitas escondidas debajo de la alfombra, la concentración de cultivos en manos de pocas familias y que empujó a accionar a los trabajdores de campo salvadoreños, más los casi cincuenta años de antipatías y enconos mutuos de los dos países, los que los llevó a eso. Ante esto los campesinos determinaron desplazarse hacia terrenos fiscales hondureños, atravesando la inconsiste y endeble frontera hondureña, hacia sitios que no se les daba uso y estaban aptos para el cutivo.
Los campesinos salvadoreños que ya llegaban a una cantidad cercana a 200.000, tenían que forzosa y obligatoriamente que retornar a su país, lo que causaría sin dudas, un gran conflicto en el mismo El Salvador, donde no había suficientes tierras para asignar porque aún se mantenían en muy pocas manos.
En 1969, los ánimos estaban alborotados entre los dos países y además, salieron a la palestra otras sertie de problemas, como la demarcación y clarificación de la frontera entre los dos países y la poca equidad en el reparto de lo que significaba estar en el Mercado Común Centroamericano.
En relación al fútbol, se jugaron tres partidos; el día 6 de junio de 1969 ganó Honduras a El Salvador 1-0, en Tegucigalpa, donde hubo peleas, grescas y un suicidio; el 15 de junio de 1969, ganó El Salvador 3-0, en San Salvador, donde hubo serios conflictos y doce hinchas visitantes hondureños fueron asesisnados. Ambos gobiernos deciden cerrar fronteras.
El desempate correspondiente -distinto a como se juega hoy- se realizó en ciudad de México, el 27 de junio de 1969 y ganó la selección de El Salvador 3-2, quien obtuvo el pasaporte al mundial en México.
En Honduras, los frenéticos hinchas debido a la derrota, atacan a los dueños y dependientes de negocios salvadoreños y violaron a las mujeres.
Varios días después de las tragedias y en las disputas entre políticos y periodistas de ambos países, que se acusaron recíprocamente de ataques, se rompen las relaciones diplomáticas.
El 14 de julio, las tropas salvadoreñas cruzan la frontera y comienza la guerra, la que duró cuatro días. Murieron más de 4.000 personas. La O.E.A. ordena el cese el fuego el 18 de julio de 1969.
El fútbol no fue el culpable, pero fue un medio.

Foto gentileza de EFE/Gustavo Amador