El lesbianismo se deja ver.

Es una tendencia firme que se observa en diferentes lugares del mundo. No ha aumentado con exageración, sino que se ha hecho más manifiesto por el simple hecho de “llevarse”, y no es fácil.

Una isla, Lesbos, conocida hoy como Mitilene, ubicada en mitad del mar Egeo, fue la morada de la poetisa Safos, (s. VII a.C. - s. VI a.C.), lugar donde naació. Safo está considerada una de las mayores poetisas líricas de la antigua Grecia, gracias a unos versos que presentan la pasión amorosa por una mujer en forma directa, sin ornamentos que la disfracen, por lo que fue tildada de homosexual. Lamentablemente apenas 264 fragmentos de su obra se han llegado a conocer; Safo pasó a la historia como cantora de los amores entre mujeres de aquel tiempo, y sin darse cuenta generó la senda del futuro mundo de las beldades de hoy. Safo y aquellas que la siguen venerando en este siglo, encuentran que actualmente existe más libertad que antes, y ellas están morando en esa libertad, aunque todo este mundo lésbico no se inicia con Safo; la atracción y amor entre dos mujeres viene de muy atrás.
La Sagrada Biblia señala la historia entre Ruth y Noemí, la que podría ubicarse como una real declaración de amor. Una de llas dice: “No insistas más en que me separe de ti. Donde tú vayas, yo iré; donde tú vivas, yo viviré; tu pueblo es mi pueblo, y tu Dios es mi Dios; donde tú mueras, yo moriré y allí me enterrarán. Juro hoy solemnemente ante Dios que sólo la muerte nos ha de separar”.
Estas instancias lésbicas vienen de tiempos remotos, no obstante surgieron más tarde que la homosexualidad masculina debido a que el subdesarrollo cultural fue lento en razón a las corrientes occidentales, como las barreras sociales, religiosas, los miedos a los dioses y la moral. Pero es casi imposible ubicar el momento en que surgió la primera relación lesbiana. No obstante, determinados documentos históricos permiten hacer una idea de la evolución del lesbianismo.
En la antigua China, ese inmenso territorio ha mantenido una suerte de tolerencia hacia el lesbianismo, ya que la mujer aporta el Ying (la invisible substancia o energía para el cuerpo), y la idea de la masturbación mutua femenina, según el pensamiento planteado, es un acto inofensivo para ellas. El ejemplo se obtiene de las palabras de Ying Shao (140-206), “Cuando dos mujeres se relacionan entre sí como marido y mujer, esta relación se denomina dui shi”.
De la misma forma, la expresión mojinzi, cuyo significado es “espejos frotándose" se utilizó para describir las actividades lésbicas, tomando como idea a dos espejos frotándose uno contra el otro, (formas similares sin protuberancias) representando a los órganos sexuales femeninos.
En otras épocas, el lesbianismo fue duramente perseguido. Hay legislación mediaval que señala: “Mujer que lo hace debe perder cada vez un miembro y a la tercera deber ser quemada. (Li Livres de jostice et de plet (1260)”. ¿Se referiría a perder una pierna, un brazo, etc.?
También en esa época, existen escrito, poemas, cuentos y novelas sobre las relaciones sexuales entre monjas en los conventos, sus gustos y atracción entre el mismo género.
En el continente americano hubo textos que registraron “sodomía foeminerum”, lo que significaba prácticas homosexuales entre las etnias que llegaron al territorio, por esa razón el jesuíta Péro Correa escribe: “Hay aquí muchas mujeres que realizan oficios de hombres y tienen otras mujeres con las que están casadas". Pêro Correa, 1551.
En tiempos del nazismo a las mujeres sorprendidas en relaciones lesbianas se les ponía un triángulo negro sobre el pecho, porque eran difíciles de detectar, y los maridos podían denunciar a sus mujeres por conductas homosexuales que observaran. Como ejemplo, Ana Frank, en su diario de vida escribió acerca de los deseos y atracción por otras mujeres.
Los que creen que sólo un pene es el único aparato prodigioso para producir placer entre las mujeres, están equivocados. Solamente se necesita la compañía de los dos cuerpos deseosos, desnudos y sin la herramienta varonil para que la imaginación y la mente abierta, puedan conducir a la gloria del resplandor a dos mujeres.
Aunque existen variedad de técnicas sexuales, no hay mejores que las que descubren entre sí ellas mismas, las que después de muchos lapsos en la cama logran descubrir lo deseado. Lo que se necesita –lo repiten constantemente- es que haya sentimiento, amor, la química sublime que se descubre entre dos, del mismo género, en un momento de la vida.
Aquellas que han optado por la elección, después que vino la época de aperturas de clósets (va también para ellos) hoy se pueden ver a sí mismas en revistas, teleseries, en la calle, fiestas y grupos especiales que se reunen y realizando actividades sociales, sin temor. También se ha visto la intensificación y cierto desarrollo en universidades, colegios y otros centros de estudios, donde muchas dan la cara y caminan de la mano demostrando su acionar.
El motivo de esta nota acerca de las lesbianas, es abrir una pequeña puerta para que ellas, que anhelan tantas cosas legales y materiales como sentimentales, se les deje entregar una vida feliz sin ocultamiento, como es desde hace años en varios países europeos. Chile también está creciendo.