Sunday, November 30, 2008


La embriaguez del sexo herético.


Si en la antigüedad alguna parte del sexo entre humanos ha sido calificado como tabú, ha sido el sexo anal, sobre todo en la Edad Media. En cambio en el Imperio romano no estaba permitido y era muy mal visto en la sociedad.

En tiempos de la Edad Media una gran cantidad de clérigos cristianos desistían de mantenerse célibes y ejercían su poder para invadir terrenos vedados por la sociedad, realizando sus actos “ilícitos” en forma oculta. No así los de órdenes más elevadas que también se inclinaban a ello, por cierto. La decidida atracción hacia miembros del mismo sexo para realizar reuniones privadas, era bastante habitual. Pareciera que el norte de aquellos grupos especiales era “vencer la última barrera” y llegar a la práctica efusiva del sexo herético o anal, que para muchos era un solemne pecado. En Roma, para el “poedicare” (sexo anal) existían ciertas reglas acerca de ese accionar entre ciudadanos, ya que era impensado que se pudiera realizar, excepto que el hecho fuera plasmado con alguna esclava o esclavo a la mano.
El poeta lírico y satírico de lengua latina, Horacio (65-8 a. C.), que era un hombre reflexivo y podía expresar con una perfección casi altanera sus ideas, divagó sobre el tema en variadas oportunidades, para representar la situación tan universal que se gestaba en la sociedad:
“Cuando la entrepierna azuza y tienes a mano un esclavo y una esclava, ¿sobre quién saltas enseguida? ¿No preferirás que se te reviente, no? ―Por supuesto que no. Me gusta el sexo fácil y asequible. Sátiras 1.2.114-9”. (wikipedia.es).
Son muchos los autores, escritores y poetas que han dedicado parte de sus escritos a narrar y componer textos acerca formalizar situaciones relacionadas con el sexo anal, o por lo menos de mencionarlo claramente en sus escritos. Por ejemplo, el Marqués de Sade, Boccacio, Petronio, incluso Rabelais, han comentado este tipo de prácticas sexuales. Los más audaces y modernos que han descrito durante el siglo XX escenas fuertes de este tipo, están Guillaume Apollinaire y lo mismo ha hecho Pierre Louys.
Por ejemplo, Bocaccio, en su tiempo escribió:

“Dicho lo cual, la llevó a uno de los dos lechos y le enseñó qué postura debía adoptar para aprisionar a aquel maldito diablo. La joven Alibech, que nunca había metido el diablo en el infierno, experimentó un gran dolor ante las acometidas de aquel, por lo cual dijo: “En verdad, muy malo y un tremendo enemigo de Dios debe de ser este diablo, pues hasta en el momento en que se le mete en el infierno causa mal”.

Guillaume Apollinaire, en su obra Las once mil vergas, narra:
“Las manos de la chica no se quedaron inactivas: habían agarrado la verga del príncipe y lo habían dirigido por el estrecho sendero de Sodoma. Alexina se inclinaba de manera que su culo destacara mejor y facilitara la entrada del cipote de Mony”.
El cine no se ha quedado atrás en escenas en que lleven a la pantalla parte del sexo anal. “Se considera que el primer coito anal del cine convencional lo protagonizó Gunnel Lindblöm, quien enseñó que se podía tener coitos en otro lugar que no fuera la alcoba con la luz apagada y por otro lugar que no fuera la vagina. El coito anal filmado en la película “El silencio” de Ingmar Bergman, se llevó a cabo en las butacas de un cine semivacío”. (Wkipedia).

Algunas otras películas en que aparece claramente el tema que se trata son:
El último tango en París (la famosa escena de la mantequilla);
El expreso de medianoche .
Instinto básico (con los personajes de Michael Douglas y Jeanne Tripplehorn);
Isi/Disi. Amor a lo bestia
La buena estrella.
La casa de cristal
Infidelidad
Brokeback Montaine

Este tabú –que ahora pareciera no ser tanto- marcó durante siglos aquella idea que el sexo anal sería una acción “antinatural” comparado con el sexo vaginal. La evolución que ha tenido esta parte del sexo entre dos, se aclara con la expresión del ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg, descubridor del punto “G” en la mujer,
“en la etapa en que se desarrollaron los reptiles el conducto receptor del semen fue la cloaca, por lo que ambas prácticas sexuales se dan en la naturaleza y en realidad el sexo anal se viene dando desde muchos millones de años atrás”.
En la actualidad, el sexo anal se considera una práctica legítima entre parejas homosexuales y lo mismo sucede con las heterosexuales. Estudios recientes señalan que hombres y mujeres revelan que disfrutan del sexo ejercido en esa forma.

“Aproximadamente el 40% de las parejas heterosexuales lo han intentado al menos alguna vez, y cifras cercanas al 20% de esas parejas lo cultivan asiduamente, señalan las estadísticas obtenidas de sus propias declaraciones personales.
Lo grandes romanos de los tiempos del Imperio Romano, hoy se habrían sorprendido hasta morir al escuchar estas respuesas.


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Fuentes:
"http://es.wikipedia.org/wiki/Sexo_anal "
Alex Comfort, 1991. El placer de amar.
Morin, Jack Anal Pleasure & Health: A Guide for Men and Women
Foto:






3 Comments:

At 1:21 PM, Anonymous Anonymous said...

Es cosa de mirar los templos de Kahjuraho en India y los monos bonobos en africa..ahi si que tendriamos cosas que charlar con los romanos jajajaj ;-)

saludos......

yo misma.....

 
At 4:57 PM, Anonymous Anonymous said...

Muy interesante el tema, es mas que sabido, que la parejas heterosexuales la practican placenteramente, cuando se hace con el resguardo necesario.

Elizabeth

 
At 10:45 PM, Blogger Unknown said...

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