Da pena el señor García.
Ante la baja de su popularidad en las encuestas peruanas, muchos quedaron sorprendidos el día 15 de noviembre de 2009, cuando se publico la “Encuesta Ipsos”, que le otorgó un alto margen de desaprobación y mayor aún a su gobierno.
Como ha sucedido otras veces, el nombre de Chile sale a la palestra, de una forma u otra en el Perú para distraer al pueblo con algo que golpee y para que las miradas vayan hacia el país limítrofe y se entretengan allí. En esta ocasión muestra una fórmula de sentirse espiado por su propia gente de una rama de las Fuerzas Armadas.
Nadie desconoce que históricamente Perú ha tenido la intencionalidad permanente de involucrar a Chile por diferentes razones, basadas en asuntos del pasado y en la actualidad por límites marítimos.
Lo más probable, es que -antes las planificar las acciones en que está “involucrado” el suboficial FAP Víctor Ariza, arrestado semanas antes que explotara la bomba internacional de juguete- el señor García haya leído “El Arte de la Guerra” del general chino, Sun Tzu, quien fue el autor más antiguo de escribir sobre temas de la guerra; se cree que este documento fue escrito alrededor de 500 a. C. y describe el armamento, sistemas de mando, estrategias, espías, comunicación, distinciones de rango y logística que debe saber todo “general” que arrastra el poncho, porque Perú ha tenido permanentemente la ocurrencia de recuperación territorial.
Hace pocos días, el señor García tuvo la abultada cifra de reproche por carecer de gobernabilidad que alcanza al 66% y un desagradable 72% de desaprobación para su gobierno; ahora está buscando como subir su propio “rating” y está armando un edificio en el aire basado en que el supuesto espionaje que le habría hecho Chile. Él debe saber que el espionaje es muy antiguo en el mundo, además, que su actitud prepotente lo deja muy mal parado; lo que sí está claro es que jamás podrá ser un actor de teatro, porque su debut en la obra que monta ha sido pésimo.
Si bien es cierto el Gobierno del Perú está en la antesala de lo que espera resulte ante la Corte Internacional de Justicia, también es muy cierto que lo que busca es distraer la opinión del pueblo peruano para tapar el desastre del ambiente interno.
En cuanto a espías como tal, lo del sargento Víctor Ariza, si fuera cierto, no le llegaría ni a los talones a las mujeres qué si sabían espiar, como Mata Hari, la más conocida en el mundo de la inteligencia, la alta política y la acción; y luego Josephine Baker, la Condesa de Carlisle, Christina Granville, Valerie Plane, Virginia de Castiglione o la Condesa de Romanones. Esas si que eran espías.
Hoy para espiar hay que contar con la documentación como: Manual de Seguimiento, Manual de Vigilancia, de interrogatorio Encubierto, de Infiltración, Investigaciones General y en Internet, de Espionaje y Contraespionaje, Curso de Fotografía y cámara de video, etc., etc.
Sun Tzu en “El arte de la guerra, fue muy claro al señalar que esta información no viene de los oráculos ni de las inducciones originadas en la experiencia previa o por cálculos deductivos. El conocimiento de las disposiciones del enemigo sólo pueden ser obtenidas de otros hombres, simplemente, a través del uso de espías”.
Ante la baja de su popularidad en las encuestas peruanas, muchos quedaron sorprendidos el día 15 de noviembre de 2009, cuando se publico la “Encuesta Ipsos”, que le otorgó un alto margen de desaprobación y mayor aún a su gobierno.
Como ha sucedido otras veces, el nombre de Chile sale a la palestra, de una forma u otra en el Perú para distraer al pueblo con algo que golpee y para que las miradas vayan hacia el país limítrofe y se entretengan allí. En esta ocasión muestra una fórmula de sentirse espiado por su propia gente de una rama de las Fuerzas Armadas.
Nadie desconoce que históricamente Perú ha tenido la intencionalidad permanente de involucrar a Chile por diferentes razones, basadas en asuntos del pasado y en la actualidad por límites marítimos.
Lo más probable, es que -antes las planificar las acciones en que está “involucrado” el suboficial FAP Víctor Ariza, arrestado semanas antes que explotara la bomba internacional de juguete- el señor García haya leído “El Arte de la Guerra” del general chino, Sun Tzu, quien fue el autor más antiguo de escribir sobre temas de la guerra; se cree que este documento fue escrito alrededor de 500 a. C. y describe el armamento, sistemas de mando, estrategias, espías, comunicación, distinciones de rango y logística que debe saber todo “general” que arrastra el poncho, porque Perú ha tenido permanentemente la ocurrencia de recuperación territorial.
Hace pocos días, el señor García tuvo la abultada cifra de reproche por carecer de gobernabilidad que alcanza al 66% y un desagradable 72% de desaprobación para su gobierno; ahora está buscando como subir su propio “rating” y está armando un edificio en el aire basado en que el supuesto espionaje que le habría hecho Chile. Él debe saber que el espionaje es muy antiguo en el mundo, además, que su actitud prepotente lo deja muy mal parado; lo que sí está claro es que jamás podrá ser un actor de teatro, porque su debut en la obra que monta ha sido pésimo.
Si bien es cierto el Gobierno del Perú está en la antesala de lo que espera resulte ante la Corte Internacional de Justicia, también es muy cierto que lo que busca es distraer la opinión del pueblo peruano para tapar el desastre del ambiente interno.
En cuanto a espías como tal, lo del sargento Víctor Ariza, si fuera cierto, no le llegaría ni a los talones a las mujeres qué si sabían espiar, como Mata Hari, la más conocida en el mundo de la inteligencia, la alta política y la acción; y luego Josephine Baker, la Condesa de Carlisle, Christina Granville, Valerie Plane, Virginia de Castiglione o la Condesa de Romanones. Esas si que eran espías.
Hoy para espiar hay que contar con la documentación como: Manual de Seguimiento, Manual de Vigilancia, de interrogatorio Encubierto, de Infiltración, Investigaciones General y en Internet, de Espionaje y Contraespionaje, Curso de Fotografía y cámara de video, etc., etc.
Sun Tzu en “El arte de la guerra, fue muy claro al señalar que esta información no viene de los oráculos ni de las inducciones originadas en la experiencia previa o por cálculos deductivos. El conocimiento de las disposiciones del enemigo sólo pueden ser obtenidas de otros hombres, simplemente, a través del uso de espías”.
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