Sunday, November 22, 2009



1970: La verdadera huelga de la DGAC, donde hubo 4 muertos y dos accidentes de avión. (I)


El movimiento tuvo paralizados los aeropuertos, aeródromos y los servicios meteorológicos de todo el país, durante 21 días a contar del 12 de junio de 1970.


Al segundo día se dictaron 114 órdenes de detención contra los, aproximadamente, 500 funcionarios civiles –40 se mantuvieron trabajando, según la prensa- de la DGAC por infringir la Ley Interior del Estado, artículo 11. Estas fueron emanadas por la autoridad de esa época para encarcelar a controladores de tránsito aéreo, meteorólogos, electrónicos, electricistas, personal SEI (incendios), administrativos y funcionarios de toda especialización de la Dirección General de Aviación Civil.
El serio conflicto se originó por la mala interpretación de la Ley 16.752, que fijó un sistema de remuneraciones especiales correspondientes al del personal civil de las Fuerzas Armadas. El problema provocó tres dictámenes interpretativos de la Contraloría General de la República que favorecían a los funcionarios civiles y que no fueron acogidos por las autoridades administrativas, de donde derivó una dura polémica escrita entre Héctor Humeres, Contralor general de la República y Andrés Zaldívar, Ministro de Hacienda del presidente Frei Montalva, al catalogar este Ministro de “aberración” lo señalado en los dictámenes, lo que significaba que Hacienda estaba en contra de lo que correspondía a los funcionarios.
En consideración a la negativa del gobierno a la solicitud, después de un acuerdo en las bases de los empleados civiles de la DGAC de todo el país, se votó favorablemente la huelga nacional por no cumplimiento de lo normado y lo que señalaba la ley en aquellas circunstancias.
Al amanecer del 12 de junio de 1970, los funcionarios de la DGAC no se presentaron a sus lugares de trabajo; aeropuertos y aeródromos quedaron sin funcionar, de la misma forma el espacio aéreo chileno, sin profesionales ni técnicos que atendieran los delicados puestos de trabajo que siguen siendo de una altísima responsabilidad.
Esta era la primera vez que se hacía un movimiento de esta importancia en la Fuerza Aérea de Chile.
Los primeros días de la huelga, los vuelos internacionales se trataron ilegalmente, sin controladores de tránsito aéreo y sin personal técnico, sino asistidos por empleados de las mismas compañías aéreas que intentaban hacer aterrizar a sus aviones, explicando a las tripulaciones lo que sucedía. Los pilotos de las diferentes compañías aéreas internacionales decidieron sobrevolar Santiago, no aterrizar y volar directo a Buenos Aires o a Montevideo.
La Línea Aérea Nacional también decidió suspender los vuelos dentro del territorio nacional, aunque algunos más audaces, en pleno invierno y condiciones de tiempo al borde de los mínimos requeridos, salían y llegaban manteniendo condiciones de vuelo visual para aterrizar.
Punta Arenas y Arica fueron la ciudad más perjudicada, puesto que por 21 días no llegaron ni salieron aviones de la Línea Aérea Nacional hacia aquellos lugares.
El Subsecretario de Aviación de la época, Aquiles Savagnac, dispuso que un grupo de 28 oficiales, expertos en vuelos instrumentales apoyaran los sistemas aeroportuarios de torres de control y los cetros de control; doce lo harían en el aeropuerto internacional de Pudahuel y Los Cerrillos, el resto en distintos aeropuertos del país.
El movimiento se sostuvo firme y alcanzó su punto más culminante cuando el Círculos de Pilotos LAN, el 24 de junio de 1970, envió una carta al presidente de la compañía, Eric Campaña, anunciándole que debido a la huelga en los aeropuertos y considerando que la situación del momento en los servicios de control de tránsito aéreo era anormal y que no ofrecían la debida seguridad a las operaciones aéreas de los vuelos comerciales, como para reanudar la totalidad de los vuelos de itinerario LAN, no pilotearían los aviones. La carta contienen 5 extensos puntos explicativos y la firman René Bobe, Presidente y Carlos Sánchez, Secretario.
A 12 días del inicio de la huelga, se notaba el desconcierto y la inseguridad de volar en los cielos chilenos.
Los pilotos de la Fuerza Aérea de Chile, quienes sí sabían volar sus aviones y comprendían las técnicas del manejo del tránsito aéreo, del vuelo instrumental y que existía un espacio aéreo chileno que había que proteger, sin embargo no tenían por qué conocer el modo de operar los diferentes sistemas de control, las separaciones entre aeronaves, los tiempos, los cruces de niveles entre aviones (no había radar en 1970), regulación altimétrica para las altitudes niveles y otros tantos tecnicismos lógicos del control de tránsito aéreo.
Las lógicas perturbaciones se produjeron en los distintos aeropuertos y aeródromos del país ante la osada decisión tomada por los funcionarios civiles de la DGAC. En aquella época no existía ningún tipo de organización como lo hay en la actualidad, la Asociación de Funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil, por lo tanto era un desafío catalogado como incalificable por las autoridades del gobierno de Eduardo Frei Montalva junto al Ministro de Defensa, Sergio Ossa Pretot.
Se cumplieron muchas de las órdenes de detención a los civiles sometidos al régimen de defensa nacional, emanadas de la Fiscalía que dirigía el Fiscal de Aviación Enrique Montero y, muchos de los funcionarios fueron a parar a la Cárcel Pública, al aplicarse la Ley de Seguridad interior del Estado. (Continuará parte II)