La crisis que llegó del norte.

En estas circunstancias todo el mundo se toma la cabeza a dos manos, no pueden dormir y los genios se vuelven insoportables. Es comprensible ante tamaño traspié.

El dedo largo de Wall Street se transformó en una gran burbuja sin peso alguno y como una liviana pluma se desmoronó bamboleando hasta tocar tierra. Los bancos de papel que facilitaron dinero a estadounidenses insolventes, que no pagaron sus préstamos hipotecarios a esos bancos, los dejaron sin liquidez; y comenzó lo grave. La crisis suprime aunque esté lejos, afectó a la economía chilena y la del todo el mundo.
Desde hace unos años los bancos norteamericanos se encontraban con mucha plata en sus arcas. Decidieron prestarla para obtener más ganancias y repletar sus bodegas. ¿A quiénes? Decidieron hacerlo a gente que no cumplía todos requisitos , pero que tenían un trabajo estable, que no fueran deudores y ayudarlos a comprar sus casas y eso sería una base de mejoramiento y vivir bien, pagaran sus y pagaran sus amortizaciones de la sus hipotecas y todos ganarían dinero. Craso error. Llegado el caso, los deudores no pudieron pagar por desempleo y otros motivos; debido a eso, subieron las tasas de interés y quedaron más con más deuda; morosos ante los bancos.
Los títulos y documentos que tenían los bancos se había ido a grandes compañías de seguro y no estaban en manos de las inmobiliarias; los bancos empezaron a no recibir dinero y allí comienza el desastre por no tener liquidez, puesto que el dinero físico, el billete, se había ido a otras inversiones como seguros, paquetes accionarios, inversiones variadas, etc. Los bancos de inversión comenzaron a quebrar por no tener liquidez, porque sus arcas estaban contaminadas con estos títulos tóxicos que era las hipotecas incobrables. Comienzan a quebrar bancos muy antiguos –dicen- de 200 años y más, y se largaron las quiebras masivas que dejaron a la economía norteamericana casi muerta y con heridas graves a las bolsas del mundo.
La política del país del norte –la mejor economía del mundo- decide salvarlos de la muerte a y plantea entrar con 700 mil millones de dólares como salvavidas y salvar la economía “más" solvente del mundo.
Lo inentendible es que el norteamericano común y corriente se siente que él está ayudando a pagar estos terribles momentos de la banca, mientras los hechores o grandes ejecutivos se podrían ir para sus casas después de la debacle con unos 10 o más millones en sus bolsillos como indemnización para su futuro, lo que muy graciosamente llaman el “parashute” o paracaídas .
Pero el salvavidas político es la única solución para esta crisis financiera norteamericana y evitar así una corrida bancaria que tal vez, llegaría a ser un efecto dominó mundial, lo que nadie espera.
Cuando salga esta nota, ya el senado estadounidense debiera haber aprobado la ayuda.