Friday, October 03, 2008


El sexo en la última etapa.


La mentalidad de algunas personas de desvalorizar en gran medida la última etapa de la vida -la tercera edad -no considera que pueda ser tan fructífera como cualquier otra, si se goza de un estado de salud aceptable.


El mito que existe que en los hombres y mujeres de tercera edad desaparece el deseo sexual, es una falacia. Aquel error que cometa la sociedad acerca de los cambios biológicos que parecen después de los 60 o más años y que parecieran limitar el desarrollo de una relación erótica, está lejos de lo que dice la mayoría de los que pasan por esa etapa. El deseo de tener relaciones sexuales y de sentirse físicamente capaz de llevar a término una relación íntima, dependerá de lo que cada uno piense de sí mismo.Si los que se encuentran en esa parte del abanico aceptan la idea de que han llegado a ser poco atractivos o incapaces desde un punto de vista sexual, el interés, actividad y actuación durante una relación sexual, les afectará desfavorablemente. Esa idea no debe existir en la persona.

En resumen, la acción sexual de personas mayores se ve en muchas oportunidades influida por variedad de estereotipos culturales que rechazan las sensaciones que podría sentir una persona de edad avanzada o que las aptitudes sexuales con su pareja sean mal miradas. Se piensa que no existe razón válida que evidencie por sí misma que las personas de 70 o más años, deban renunciar al disfrute del sexo, excepto sea una anomalía orgánica que se lo impida. Hay antecedentes que cuando viene la jubilación (se recomienda NO jubilarse en esta tremenda época de crisis estadounidense) pareciera que para muchos es como un castigo o condena por haber pasado los70 o más, muy por el contrario, es cuando hay que comenzar a vivir de nuevo y preocuparse de uno para re-descubrir la vida, su regocijo y deleite personal.La sensualidad y tomar la vida con esa doctrina que proclama el placer como fin supremo en la nueva etapa, es fundamental. Tampoco hay que volverse loco y saber medir las circunstancias que van presentando.

Vea a los viajeros de tercera edad cuando vuelven de sus viajes que brinda Sernatur. Hombres y mujeres de rostros sonrientes después de 7 días de paseo. Se comenta bajo cuerda, que los géneros se pasean de noche por los pasillos y se sienten cierre de puertas subrepticiamente silenciosas.Las experiencias registradas señalan con claridad que la sexualidad en la tercera edad es absolutamente normal, tal vez distante, pero frecuentemente válida y muy deseables entre las personas de esa fracción.También se piensa que la poca información que se entrega en edades precoces, podría ser una de las causas que muchas personas se vean empujadas, posteriormente, a pensar en los trastornos del funcionamiento en la edad madura. Pero nadie toma en cuenta que cuando existe la palabra amor en esa etapa, se goza de salud "compatible" y el deseo está presente, el dinamismo invade a ese ser y es capaz de disfrutar tanto como uno de cuarenta o menos.

El sexo en la tercera edad tiene una variedad de ventajas y aunque muchos no lo crean, porque la necesidad del ser humano no cambia -señalan los expertos- en esa etapa no se piensa en la reproducción, sino en la delicada sensación de sentir y entregar placer entre los dos seres que se aman y de hecho, está demostrado científicamente que las personas que no tienen padecimiento físico o del sistema genital, puede disfrutar de la vida sexual en toda su amplia gama, sin importar la edad, por mucho tiempo.Las personas mayores que practican la relación íntima sin inhibiciones son más felices y se mantienen pensando que sí son parte de este mundo y de todo los que los rodea.Esa sexualidad es hermosa y no hay que complicarla con prejuicios tontos; por el contrario, la vida se hace preciada, franca y todo tiene más sentido para seguirla para siempre.

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