Thursday, September 20, 2007


Huellas blancas en el cielo.


Hermosas líneas que parecen marcadas por un ser celestsial, pero no son más el demoníaco alimento para el calentamiento global



Es común ver hermosas estelas de condensación que se muestran en cielos despejados cuando un avión vuela sobre 25.000 pies (8.500 metros) o más, en un área fría, en que la temperatura es superior a 50 grados bajo cero; eso señala que los gases de salida de las turbinas se condensan y esa condición, ingenuamente, coopera al calentamiento global.
En este año 2007, ya no es novedad indicar que el movimiento de tráfico aéreo de pasajeros está creciendo anualmente en un 5% y el de carga en un 7%, lo que podría interpretarse como una verdadera red de estelas de condensación en los cielos del mundo diariamente y aunque parezca una insensatez, eso daña la atmósfera terrestre en un porcentaje insospechado. Las estelas de condensación ocurren –por lo general- a niveles sobre los 10 kilómetros de la superficie terrestre y son producidas por los reactores comerciales y militares que realizan sus vuelos obligados por aerovías, o fuera de espacios aéreos controlados.
La acción se produce al pasar el avión por sectores de bajas presiones atmosféricas y ambientes muy fríos, en los cuales se congela el vapor de agua que contienen los gases quemados del combustible (parafina refinada o JP-1) que son expulsados por las toberas de los motores, que inmediatamente se convierten en cristales de hielo, que es la gesta visual que se observa desde tierra.
Aparentemente, las estelas de condensación pueden aparecer como nada importante, excepto como una visión excepcional en un cielo despejado, pero muchas de ellas permanecen por horas llevadas por el viento y cada vez creciendo y comportándose como una nube cirrus (nube natural que se desarrolla sobre 7.000 metros) y reteniendo el calor de la atmósfera y agravando el calentamiento global.
Si en el momento en que se produce la estela de condensación existe poca humedad en el área de vuelo, las estelas desaparecerán rápidamente, de lo contrario alargarán su vida.
Un grupo de científicos británicos han advertido que las agraciadas estelas sí contribuyen al calentamiento global y su efecto es notable en los vuelos que operan de noche y más aún, en invierno, al existir mayor humedad en la atmósfera.
Hasta ahora es imposible impedir, técnicamente, la formación de estas nocivas estelas, excepto un vuelo de largo alcance se transforme en varios vuelos cortos a relativa baja altura (a menos de 6.000 metros), pero entonces entra a tomarse en cuenta el alto consumo de combustible y el CO2 en despegues y aterrizajes. Tal vez para el 2050, haya otro tipo de combustible que haga volar los aviones sin producir las estelas de condensación y mantenga los cielos limpios de impurezas contaminantes.
http://borlonerojas.blogspot.com

2 Comments:

At 10:46 AM, Anonymous Anonymous said...

un saludo mas que cordial,......hoy no publico en el diario el dia por lo que pude darme cuenta.....en fin...dijo el delfin...........es bueno leerlo por este medio de todas formas......
saludos cordiales y abrazos......

yo misma.....

 
At 8:15 AM, Anonymous Anonymous said...

estoyb de acuerdo con tigo q seran esas lineas blancas en el cielo cada dia hay mas un saludo esperemos q no nos envenen

baron-de-voguel spain

 

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