LOS NEGOCIOS CON EFLUVIOS EXTRAÑOS
Pilotos quedarían sin aeropuerto.
En estas semanas antes del 15 de enero –y no se trata de la segunda vuelta de las presidenciales- los ánimos aeronáuticos y los del Ministro de Defensa y los que le siguen la corriente, están tremendamente caldeados por la fecha política coincidente que existe para el termino del aeropuerto Los Cerrillos.
Este aeropuerto ha sido la cuna y la escuela de muchos en la instrucción de llegar a ser piloto y del hermoso trabajo aeronáutico de los controladores de tránsito aéreo, entre muchos otros técnicos que han hecho que un aeropuerto como Los Cerrillos, funcione en forma excelente toda su larga vida.
El puñal del Bicentenario que alguien ya tiene con brazo levantado para dar el certero corte en el corazón de Los Cerrillos, está siendo sujetado por una buena cantidad de abogados que representan a la Federación Aérea de Chile. Hay allí un verdadero duelo. Es como ver una película de antaño en que el malo está a punto de matar al bueno y las circunstancias –escasas- están a favor del bueno. Hasta podría recordarse a las “seriales” que exhibían los cinematógrafos en los años 50 cada semana, cuando Los Cerrillos ascendía magnífico sobre sus terrenos donados, abrazando a todo avión extranjero que llegaba a este país trayendo turistas y pasajeros.
A muchos de los que hoy ven esta infamia como un negocio inmobiliario que pone en pie forzado a un terminal aéreo que no podrá repetirse en ningún sitio similar en la Región Metropolitana, es probable que asome una lágrima de pena y aflicción. Estos mismos sufridos hombres ruegan porque el duelo llegue a los tribunales, donde se espera que las ideas políticas dejen de serlo e inste a los Ministros y jueces, a velar por la realidad de un aeródromo que sirve a una ciudad que lo necesita, sobre todo que ahora la Corte de Apelaciones de Santiago acogió el recurso de protección para que los usuarios y trabajadores del aeródromo de Los Cerrillos no sean desalojados de ese lugar el próximo 15 de enero como lo había dispuesta la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
En repetidas veces se ha comentado que sitios para instalar el Portal Bicentenario –lo dicen los expertos- se pueden encontrar por montones en el área central de Santiago o en los alrededores, para levantar un proyecto así. En cambio construir un aeropuerto con las mismas garantías de Los Cerrillos, con descensos instrumentales diseñados y probados por años, áreas de ascensos acrisoladas, ubicación de los equipos para las radio-ayudas necesarias que sirvan al aeropuerto, áreas de protección a la navegación aérea, pista amplia, segura y con la resistencia PCN adecuada para el tipo de avión que opera allí, es casi una misión imposible.
Aquellos que no tienen conciencia de lo que es el delicado trabajo de un aeropuerto y de los servicios que se prestan, jamás comprenderán que con la habilidad de los que laboran en ese álgido campo, se han salvado cientos de almas y millones de dólares en máquinas voladoras.
En otras palabras, si se destruye y aniquila el aeropuerto Los Cerrillos, se perderán millones de dólares en infraestructura y que vendrá a ser reemplazada por un negociado inmobiliario que no cabe duda que hoy, aquellos involucrados de una u otra manera en ese “negocio”, sufren pensando que la justicia sea lo suficientemente justa y deje ese campo aéreo donde está. Tal vez serán más los que agradezcan infinitamente que el Aeropuerto se quede, que los que logren vivir allí, contaminando sus vidas con los restos de este glorioso Los Cerrillos y llevando, además, una carga psicológica de que muchos beneficiaron sus bolsillos con las 245 hectáreas.
2 Comments:
Enjoyed a lot! »
Appreciate youu blogging this
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