Wednesday, May 09, 2007


Desconfianza aérea.

En estos días muchos pilotos se niegan a volar los cielos argentinos que rodean Ezeiza y Aeroparque.

La hermosa ciudad de Buenos Aires está pasando por momentos difíciles y delicados. Es como si retrocediera a los años ´60, cuando no había radares para guiar a los aviones y porque da la impresión que se está vulnerando la seguridad aérea de cada vuelo que aproxima o despega dentro del espacio aéreo de Ezeiza. Desde que el sistema radar no funciona, el asunto es un fárrago de lentitud al conducirse el tránsito aéreo en forma manual, lo que evidentemente no es usual.
Todo el conflicto comienza el 1º de marzo, cuando un rayo cae sobre la antena del radar “Baires” que vigila el tránsito aéreo en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini –Ezeiza– y el de Aeroparque Jorge Newbery.
Estos complejos equipos, son los ojos de los Servicios de Control de Tránsito Aéreo en cualquier parte del mundo. ¿Qué significa conducir el tránsito aéreo por radar? Simplemente que el controlador conoce –dentro del radio de acción de su radar- donde se encuentra cada vuelo identificado; qué maniobra está realizando; qué tipo de avión es; cual es su velocidad; a que altitud está volando; cual es su rumbo y distancia de un punto de notificación, aeropuerto u otro vuelo. Cada información que entrega el propio avión es digitalizada, única y sin margen de error. Hoy, están funcionando sin esos datos a la vista, sólo con rápidas anotaciones a mano, derivadas de lo que señala el piloto por la radiofrecuencia.
La conducción manual es complicada y se realiza anotando en una franja de papel la información y los cambios que se van sucediendo, como altitudes, velocidades, etc. Podría compararse a seguir a un ciego que lo guía a uno, por el borde de un precipicio y las instrucciones para cada paso son trasmitidas por voz. Entonces, la diferencia entre el manejo de los dos sistemas es gigantesca, agotadora y muchas veces irritante para el controlador.
La crisis es cada día mayor. Las largas esperas de los usuarios son desesperantes y la vulnerabilidad de la seguridad aeronáutica nunca estuvo tan al descubierto.
“Lo único que tenemos que hacer es copiar a los países más avanzado –sostiene César Salas, presidente de la Asociación de Controladores de Tránsito Aéreo– Nosotros nos quedamos en el tiempo”, y agrega: “Sin ir más lejos, Chile nos lleva diez años de ventaja en tecnología. ¡Ni siquiera nos podemos comparar con los países de la región porque están mejor que nosotros!”. De la misma forma, Alejandro Venturino, secretario gremial de UALA, añade: “Argentina es el único país de Sudamérica que no tiene cobertura radar en todo su territorio”.
En estos días existe una alerta mundial a todos los pilotos por los vuelos en la Argentina, y un malhumor por las demoras.
http://borlonerojas.blogspot.com

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