Friday, April 21, 2006


CÓDIGO DA VINCI

Un libro que hace rabiar a la Iglesia.


Siempre en los veranos se lee mucho, es casi una norma el hacerlo como un complemento al descanso y a la entretención. Hay varios libros que fueron devorados en la época estival recién pasada. Uno de ellos, que ostenta 45 millones de copias vendidas, sin contar con las pirateadas, ha mantenido su éxito mundial traducido a casi todos los idiomas; se trata del “best seller”, “Código da Vinci”, del norteamericano Dan Brown. Para muchos es un texto de interés, porque se toca temas que tiene que ver con la historia del cristianismo y del mundo. Esta obra de ficción –una novela- no es más que eso, como las de J. J. Benítez, combina ingredientes típicos: un asesinato misterioso, un detective, cientos de símbolos, historias oscuras de la Iglesia Católica y variadas persecuciones en su tiempo.
No cabe duda que es un texto anticatólico y como obra expresiva, tiene detractores y fans, pero estas líneas no se inclinarán por uno u otro bando, sea ciencia ficción u otra forma histórica. Son los lectores los de la palabra. Qué Dan Brown copió la idea, tomó la forma y semblanza a otros autores; ya ha dejado de ser. Hace unas semanas, Dan Brown, autor de “Código Da Vinci”, quedó limpio de toda duda después que el Alto Tribunal en Londres fallara en su favor dictaminando que su libro no infringe derechos de autor de otros.
“Código Da Vinci” enlaza discusiones entre lectores que exponen ideas en foros en internet en pro y contra del texto y pareciera que Dan Brown está obligando al Opus Dei a defenderse de las acusaciones que aparecen en el libro. La trama ya está hilada y los personajes delineados. Se afirma, además, que la Iglesia Católica Romana está fundada sobre una conspiración fomentada por los mismísimos apóstoles para ocultar la verdad: Que María Magdalena fue la esposa de Jesús y que tuvo un hijo de él; que Jesús no es Dios y que la doctrina que lo afirma es la creación de la actitud represiva y machista de los primeros jerarcas cristianos con el fin de suprimir el culto a la Diosa Femenina.
Las hipótesis que el autor diseña como verdades, pone en duda hasta el celibato de Jesucristo, basado en una serie de documentos encontrados. Se plantea que el hijo que tuvo Jesús, cuya descendencia ha continuado hasta la actualidad, es una de las cosas más irritantes, según los foros de lectores. Esta sería una de las conjeturas centrales de Código Da Vinci, sin mencionar que hay una secta misteriosa y siniestra –según el autor- que está en el vértice de una batalla internacional por controlar el famoso Santo Grial. Según la leyenda, el término “grial” proviene de graal, en inglés medio -1150-1475- del francés antiguo grail y del latín medieval gradalis. El Santo Grial no es otra cosa que el cáliz, copa o vaso que usó Cristo en la Última Cena. (Pintura de Leonardo da Vinci). El personaje bíblico José de Arimatea, propietario de la sepultura que se usó para ubicar al cuerpo de Jesucristo después de la crucifixión, usó el mismo Santo Grial para recoger la sangre de Jesucristo en la Cruz. Como estos, son muchos los hechos que se usan para armar el libro, causando tal controversia, se ha realizado la película del mismo nombre, que está terminada y se plantea que el día 19 de mayo de 2006 será exhibida en todos los cines del mundo, esperando que no existan demoras que puedan aplazar la fecha del estreno.
Ni el mismo autor pensó que causaría tal contagio el publicar el libro “Código Da Vinci”, ni tampoco que llegaría a obtener tanto dinero

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