La execrable Ley de Murphy
Puede que le haya sucedido una y mil veces a un vecino, a un conocido o a usted mismo. Se cree que es frecuente, pero no cabe duda que la Ley de Murphy está en la vida diaria de cada uno. Al comienzo, sólo cabía en la cabeza de los matemáticos, científicos e ingenieros, pero hoy, esa proterva ley rodea al mundo entero cada día.
No negará que alguna vez ha querido usar un par de calcetines de su gusto y no encuentra el otro, o una paloma que pasa le ensucia el hombro de su chaqueta nueva, llenándolo de rabia o, por no llevar paraguas, un día llueve a cántaros, con los consiguientes malos resultados.
Respecto a estas situaciones, el señor Murphy dice: “Cuando una tostada cae desde la mesa, lo más probable es que lo haga con el lado untado con mantequilla hacia abajo”. Este tipo de situaciones pueden fácilmente aplicarse a todo aspecto de la vida común del ser humano.
El asunto es que “Si algo puede fallar, fallará”, señala la típica frase relacionada con la Ley de Murphy. Tuvo un comienzo científico para luego adueñarse luego de lo doméstico y laboral. El señor Murphy decía que ante un escenario determinado podría haber dos instancias, la A, positiva, la B, negativa y lo más probable sería que ocurriera la negativa. Claro que es imposible apuntar que todas las situaciones sean malas. Entonces, entraría a tallar la Ley de Posibilidades, la que tomaría mucho tiempo para analizar en cada situación.
¿Quién era el famoso señor Murphy? Era un capitán de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que se dedicaba a experimentar las duras pruebas de aterrizajes simulados de aviones. En una de esas oportunidades el oficial que, entre otras cosas, medían algunos aspectos físicos de los pilotos con dos electrodos desde un equipo especial, observó que los resultados no eran efectivos y no marcaban signo alguno. Revisó el equipo y vio que los electrodos estaba invertidos, por lo cual no se realizaba la lectura correspondiente. Debido al hallazgo del error de algún asistente, Murphy enunció: “Si existen dos o más formas de hacer las cosas y una de ellas puede fallar de forma catastrófica, entonces fallará”.
La ley de Murphy es conocida, pero aunque jamás haya escuchado de ella, si sabrá de sus curiosos y tenebrosos efectos en forma continúa. El estudio de esta ley es tan importante que se incluye en los últimos años en los cursos de oficiales militares, astronautas y pilotos en la mayoría de los países del orbe. El programa en sí, no es público, pero es probable que se les adiestre en que sólo con un profundo dominio de sus principios, estarán preparados para enfrentar eventualidades e imprevistos. Y si bien no podrán evitar que “determinadas cosas” ocurran, por lo menos estarán advertidos, sabrán por qué ocurren, aprenderán aceptarlas y tal vez, puedan lograr disminuir sus efectos.
Se han escrito libros acerca de la ley de Murphy por la notoriedad, junto a la seriedad de los resultados y se han creado expresiones relacionadas, entonces, cuando se encuentra en un taco de vehículos y se cambia de fila para avanzar antes que los demás, la fila que dejó, probablemente correrá libremente. Eso es estar en medio de la ley de Murphy. No olvide: "En cualquier actividad humana, si algo puede ir mal, seguro que irá mal".
El asunto es que “Si algo puede fallar, fallará”, señala la típica frase relacionada con la Ley de Murphy. Tuvo un comienzo científico para luego adueñarse luego de lo doméstico y laboral. El señor Murphy decía que ante un escenario determinado podría haber dos instancias, la A, positiva, la B, negativa y lo más probable sería que ocurriera la negativa. Claro que es imposible apuntar que todas las situaciones sean malas. Entonces, entraría a tallar la Ley de Posibilidades, la que tomaría mucho tiempo para analizar en cada situación.
¿Quién era el famoso señor Murphy? Era un capitán de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que se dedicaba a experimentar las duras pruebas de aterrizajes simulados de aviones. En una de esas oportunidades el oficial que, entre otras cosas, medían algunos aspectos físicos de los pilotos con dos electrodos desde un equipo especial, observó que los resultados no eran efectivos y no marcaban signo alguno. Revisó el equipo y vio que los electrodos estaba invertidos, por lo cual no se realizaba la lectura correspondiente. Debido al hallazgo del error de algún asistente, Murphy enunció: “Si existen dos o más formas de hacer las cosas y una de ellas puede fallar de forma catastrófica, entonces fallará”.
La ley de Murphy es conocida, pero aunque jamás haya escuchado de ella, si sabrá de sus curiosos y tenebrosos efectos en forma continúa. El estudio de esta ley es tan importante que se incluye en los últimos años en los cursos de oficiales militares, astronautas y pilotos en la mayoría de los países del orbe. El programa en sí, no es público, pero es probable que se les adiestre en que sólo con un profundo dominio de sus principios, estarán preparados para enfrentar eventualidades e imprevistos. Y si bien no podrán evitar que “determinadas cosas” ocurran, por lo menos estarán advertidos, sabrán por qué ocurren, aprenderán aceptarlas y tal vez, puedan lograr disminuir sus efectos.
Se han escrito libros acerca de la ley de Murphy por la notoriedad, junto a la seriedad de los resultados y se han creado expresiones relacionadas, entonces, cuando se encuentra en un taco de vehículos y se cambia de fila para avanzar antes que los demás, la fila que dejó, probablemente correrá libremente. Eso es estar en medio de la ley de Murphy. No olvide: "En cualquier actividad humana, si algo puede ir mal, seguro que irá mal".
1 Comments:
Prefiero la "ley de atracción"......donde todo lo que se pide se es otorgado, de ahi la importancia de saber que pedir.....si a nivel consciente o incosciente estamos propensos a pensar que existe "el mal", pues entonces la ley de murphy aparecera ensuciando nuestra ropa de mantequilla.....;-)
mmmm es un hecho...prefiero la ley de atraccion................y las tostadas con mermelada jajaja
saludos....
yo misma...
Post a Comment
<< Home