Tuesday, June 29, 2010

¿A quién le conviene que se postergue Tongoy?

Un proyecto de aeropuerto que está aprobado por autoridad competente, hoy lo van a a evaluar nuevamente. Disculpas no faltan o se inventan para que no se emplace, porque “no conviene”.

Los hilos de los grandes negocios, como LAN, se manejan desde la distancia, intentando que no se note que es así. Nadie desea que negocios que tanto ha costado hacer fructificar, en el que se ha invertido cantidades estratosféricas de capital, exista la opción que lleguen otros y se los desarmen, lo arrebaten y disgreguen.
Eso sucedería si existe la oportunidad válida en la región, como es la construcción de un nuevo aeropuerto, para que se termine el monopolio que todo el mundo sabe y comiencen a llegar a la Región de Coquimbo, otras compañías aéreas, tanto nacionales como internacionales que pueden arruinar el negocio a LAN, en el próspero comercio aéreo monopólico que han implantado. Por eso no quieren que nazca un nuevo aeropuerto que pueda recibir a cualquier tipo de avión.
El secreto del asunto es mantener a un aeródromo como La Florida vigente –pese a la cantidad de inseguridad con que cuenta- y no aceptar por ningún motivo el emplazamiento de uno nuevo que dará la oportunidad de crecer a la región, de desarrollar múltiples nuevos negocios al abrir un potencial de conectividad aérea de aviones mayores, los cuales hoy, no pueden aterrizar en la pista de La Florida por no contar con las condiciones de seguridad para aviones mayores que un modesto Air Bus 318.
En la actualidad es imposible viajar por esa compañía directo a Iquique o Arica desde La Serena, porque el tipo de Avión usado por LAN en La Florida no es comercial, además no tienen considerado itinerario saliendo de La Florida hacia esos puntos. Eso quiere decir que la conectividad aérea hacia las zonas mineras del norte del país desde La Serena -residencia de muchos ingenieros, especialistas mineros, etc.- no existe y deben viajar primero a Santiago para llegar a sus lugares de trabajo en el norte. ¿Qué tipo de compañía aérea es esa? Y hay grupos que desean que así siga. ¿Es cuerdo eso?

Hay quienes se quejan que viajaban desde Antofagasta a La Serena un día cualquiera y debieron seguir hasta Arturo Merino Benítez (AMB) porque ese avión no pudo aterrizar en La Florida por visibilidad reducida. Son muchos los casos. Hay mucha gente de la minería que está molesta con estas situaciones con LAN y bregan porque se construya Tongoy.
En el fondo, el negocio escondido, es el disimulado monopolio aéreo en la Región de Coquimbo con que cuenta la empresa LAN, que para llegar al norte del país, se debe tomar un tramo de 500 kilómetros más (La Serena – Santiago y luego Iquique, Arica, como ejemplo), lo que es un absurdo inexplicable y más caro para el usuario. Esta situación es indesmentible y se observa día a día.
Es probable que Sky Airlane llegue a la Región de Coquimbo dentro de un tiempo y tome aquellos tramos que LAN ha abandonado, porque Sky ha promovido la conexión entre todas las regiones del país, lo que es un verdadero compromiso con el desarrollo del norte. El problema para esta compañía es que no tienen aeronaves calificadas y, tal vez, tripulaciones, para efectuar aproximaciones RNAV desde Vicuña, cuando las condiciones meteorológicas sean IMC (Condiciones Meteorológicas Instrumentales).
Por todo lo expuesto, a LAN no le conviene se construya el nuevo aeropuerto y pone todas sus fichas a que Tongoy se postergue o no se emplace jamás, para seguir operando monopólicamente como lo hace hoy, bajo la cautela de varios grupos políticos.
Esta situación, decididamente, la apoyan las autoridades regionales, quienes siguen la pauta diseñada por el actual presidente, cuando era candidato y dueño de LAN. (Ver link: http://www.youtube.com/watch?v=tTuTTG2Bw24).

Tuesday, June 01, 2010


Los Cerrillos ansía renacer.

Aunque parezca un milagro, existe una remota posibilidad de que el aeródromo Los Cerrillos de Santiago, emerja como un zombi y destine su actual pista para emergencias, por ahora.



El aeródromo Los Cerrillos, cerrado y muerto en 2006 para toda operación aérea, entregó su espacio -pese a los rechazos de miles de voces aeronáuticas- al proyectado Portal Bicentenario en las 245 hectáreas de su pertenencia, incluso contraviniendo los deseos expresos del donador estadounidense Daniel Guggenheim al Estado de Chile en 1929. La Corte de Apelaciones de Santiago ha estado de acuerdo con los deseos del donante de los terrenos.
Los Cerrillos quiere levantarse de su tumba, pese a que se ha invertido más de 30 millones de dólares en extensos parques enclaustrados y luminarias del Portal Bicentenario.
De la mano de la Federación Aérea de Chile, junto a muchas otras voces, a Los Cerrillos le gustaría comenzar a caminar lentamente como una pista de alternativa para Arturo Merino Benítez. Porque nadie podrá negar que la hecatombe del 27 de febrero de 2010 pilló a la capital metropolitana sin un aeropuerto de alternativa, cercano, después de la casi destrucción de las instalaciones del terminal de pasajeros del primer aeropuerto internacional de Santiago, AMB, que se mantuvo cerrado para toda operación internacional por más de dos días, perjudicando a pasajeros, sistemas, operadores y trabajadores del terminal aéreo. ¿Se puede depender solamente del aeropuerto?
La verdadera razón la entregó el terremoto.
La información acerca de estudiar devolverle la vida a Los Cerrillos, vino hace más de una semana, de la propia Ministra de la Vivienda, Magdalena Matte, quién manifestó: “… que se estudiará la factibilidad de mantener un aeródromo en los terrenos del proyecto Portal Bicentenario”.
Además, agregó, que se nombrará a un personero para que, partiendo de cero, estudie y evalúe las condiciones actuales en que se encuentra el proyecto de la ciudad Bicentenario y, si los resultados son positivos, en unos 60 días podrá entregarse la información de parte del Gobierno, que el aeródromo Los Cerrillos podrá llegar a habilitarse nuevamente como pista. Claro que es sólo la punta del iceberg lo que se conversa, debajo, hay mucho paño que cortar.
Quienes participamos de la larga vida de ese aeródromo que fue escuela y lugar de trabajo por más de 35 años, nos parece que sería un milagro que reviviera, ya que existen voces que negarían su resucitación para que volviera a operar como una pista nuevamente.
Lo más probable es que los personeros que pensaron en la posibilidad de reactivar el aeródromo, tienen la mirada del sentido común. Hay que recordar que no existe terreno alguno en la Región Metropolitana donde se pueda emplazar algo parecido a Los Cerrillos.
Hoy no existe un aeródromo de alternativa en la zona central; con el aumento del tráfico aéreo en los últimos años, la proyección que tiene AMB es que estaría saturado para el año 2015.
El proyecto Quintero está detenido por haber encontrado restos arqueológicos importantes; se desconoce cuándo pueda continuar sus trabajos.
Queda una alternativa si no es Los Cerrillos; la construcción pronta del nuevo aeropuerto de la Región de Coquimbo en Tongoy, será la verdadera alternativa para el aeropuerto AMB.


El eje de la Tierra condiciona el clima.

Lo dice Julio Verne en una de sus novelas. Después del terremoto de Chile magnitud 8.8 grados Richter, los científicos han argumentado que el eje de la Tierra se desplazó y que los días serán más cortos.

Científicos de NASA han especificado que el eje de rotación de la Tierra sufrió un leve cambio en su inclinación, pero aseguraron que su efecto no va a ser notorio por sus habitantes en la actualidad.

El analista del observatorio San Calixto de Bolivia, Billy Burgoa, explica “que el cambio en el eje de rotación de la Tierra, de 1.26 millonésimas de segundo de arco, hará que los días sean 1.26 microsegundos más cortos; algo que sería perceptible en unos cientos de años más”.

¿Pero, qué significa que haya variado el eje de la Tierra?

Burgoa apunta a señalar que “habría cambios en el clima en general y, un posterior terremoto que, según las estadísticas, debería liberar la energía telúrica en la costa norte de Chile – entre Antofagasta y Arica- antes del año 2020”.

El grupo de científicos NASA, que son los expertos de hoy de estas específicas ciencias relativas a la Tierra y al clima, disponen de modernos equipos para sus estudios y experiencias. Sucede que Julio Verne, el sobresaliente escritor de ciencia ficción y anticipación, en 1889, escribió una sorprendente obra llamada “El secreto de Maston”, donde la imaginación del novelista no tuvo límites, pues en ella se realiza un experimento que hace pensar en el poder del hombre por dominar la naturaleza y más concretamente, en poder cambiar el clima del planeta, intentado mover “el eje de la Tierra”. Bastante coincidente con lo que resulta de los terremotos.

¿Cómo producir un terremoto?

El personaje de Verne, J. T. Matson, por medio de un gigantesco cañón de 27 metros de diámetro y 600 metros de profundidad, excavado en la ladera sur del monte Kilimanjaro, pretende lanzar un proyectil de 180.000 toneladas de peso capaz de desplazar —con su potente retroceso— el eje de la Tierra para causar el cambio de clima que necesita.

En realidad la inquietud que tenían los personajes era que se desplazara el eje del planeta para que la Antártica quedara sin las masas de hielo que la cubren y poder así explorar aquellos terrenos que dejarían de estar helados y se haría practicable la explotación minera, ganando grandes fortunas.

Es sorprendente el alcance de la imaginación del novelista, al tocar y desarrollar un tema de ficción en 1889, coincidente con lo que está ocurriendo en la actualidad en la Tierra con los deshielos del Ártico y la Antártica.

El mismo 27 de febrero de 2010 al producirse el terremoto de Chile, un ciclón de gran fuerza, una verdadera bomba meteorológica con vientos de 230 Km/Hora, atacó gran parte de Europa, horas después del sismo.

Entonces, ¿Existe una relación directa, realmente, entre un movimiento sísmico potente, el eje de la Tierra y el clima? ¿Tendría algo de razón Julio Verne al conectar en su imaginación que el eje de la Tierra condiciona el clima? ¿Cómo pudo adelantarse a conceptos y acciones de hoy, en 1889?

Es uno de los misterios de Verne.